
Patsy Grimaldi, pionera de la pizza, ha fallecido a los 93 años.
Si hay algo que los neoyorquinos se toman en serio es un buen trozo, y Patsy lo hacía. Defendió la pizza al horno de carbón y convirtió sus negocios de Dumbo en grandes éxitos.
En su primera incursión en el mundo culinario neoyorquino, Patsy hizo honor a sus raíces y trabajó en el restaurante de su familia en East Harlem, Patsy’s Pizzeria (donde tuvo su primera cita con su difunta esposa, Carol Abbe, en 1969). A partir de ahí, tomó las riendas del negocio, se aventuró en Brooklyn y abrió Patsy’s Pizzeria (más tarde llamada Grimaldi’s) junto a su esposa, Carol, en 1990. Por si fuera poco, encargó el primer horno de carbón construido en Nueva York en más de 50 años para su negocio, según The New York Post.
A mediados de los 90, estalló una polémica después de que su tía vendiera el nombre del restaurante, y se vio obligado a cambiar Patsy’s, en Brooklyn, por Grimaldi’s. A su vez, Patsy cedió el negocio a Frank Ciolli, que trasladó el restaurante a su actual sede (1 Front Street, Brooklyn) tras un desacuerdo con el propietario. Patsy, sin embargo, llevaba la salsa de pizza en la sangre y no se tomó un largo paréntesis: En 2012 abrió Juliana’s en Dumbo, justo al lado de Grimaldi’s, en honor a su madre.
Más que una perfeccionista de la pizza, Patsy era muy conocida en el barrio por sus visitas nocturnas para interactuar con empleados y clientes.
«Pasty era toda una presencia», escribió un usuario en Instagram. «Parecía un personaje sacado de una película, pero tenía los pies en la tierra, era tan cálido, tan generoso, que infundía amor a cada aspecto de ese lugar».
Otro añadió: «Cuando me mudé con mi hermano a un estudio de 210 pies cuadrados en Remsen en 1998, comer en Patsy’s por primera vez fue revelador».
Y no olvidemos que su genial jugada empresarial en Kings County es lo que puso en el mapa esta zona del centro de Brooklyn. Antes de las pizzerías, la zona no era ni de lejos tan vibrante como lo es hoy, con la excepción de The River Café, uno de los restaurantes más bonitos de Nueva York.
Ahora, si te diriges a este dulce rincón de Brooklyn, tendrás que esperar bastante para conseguir mesa. Y la espera es por una buena razón: las tartas son deliciosas, el ambiente acogedor y Juliana’s -y Grimaldi’s- es donde empezaron las pizzerías modernas de la ciudad.
Juliana’s honrará la memoria de Patsy y cerrará el miércoles 19 de febrero.