
El «rey del sándwich» e influencer de TikTok, Salt Hank, ha abierto su propia sandwichería en el West Village de Manhattan, que lleva con orgullo su nombre. Salt Hank’s acaba de abrir el viernes 20 de junio y ya ha cosechado un éxito masivo, ya que los creadores acuden en masa a Internet y consideran que el único plato del menú es el «mejor sándwich de Nueva York».
¿Cuál es el sándwich que ha hecho babear a internet? Salt Hank’s se especializa en el mejor sándwich francés. Elaborado en una crujiente baguette francesa, este monstruoso sándwich está bañado en un alioli de ajo asado, cubierto con jugosas costillas de ternera, queso provolone, cebollas caramelizadas durante siete horas y servido con un tazón de salsa au jus para chuparse los dedos. Y sí, lo probamos y está tan delicioso como suena.
Salt Hank lleva toda la vida desarrollando recetas y haciendo bocadillos que hacen la boca agua delante de la cámara. El French Dip es su sándwich favorito, y antes de abrir su nuevo restaurante dedicado exclusivamente al sammy, vendió French Dips en Greenberg’s Bagels el pasado diciembre.
Ha compartido en sus redes sociales su viaje entre bastidores para convertirse en propietario de un restaurante, acompañando a sus fans de principio a fin, ya sea limpiando la cocina o cocinando filetes para su personal.
Sin embargo, es difícil no pensárselo dos veces cuando lees el cartel en el que se indica que la salsa francesa cuesta 28 $. Sí, los clientes pagan casi 30 $ por este sándwich, y eso sólo por el sándwich. Si quieres patatas fritas al lado, tendrás que desembolsar otros 6 dólares, con lo que el total por el sándwich y las patatas asciende a 34 dólares.
Para beber, Salt Hank’s ofrece Brooklyn Best Pink Lemonade o Peach Tea y una limonada casera. Los clientes pueden ahorrarse un dólar o dos pidiendo un combo, que consiste en la salsa francesa, patatas fritas y su elección de Brooklyn’s Best. Nuestra recomendación: no pidas las patatas, que parecen más palitos de patata que las clásicas patatas fritas.
Si estás dispuesto a gastarte el dinero y ver por qué tanto alboroto, asegúrate de llegar pronto. A la semana ya se sabe que hay cola y que se agotan las entradas. Cuando pasamos por allí hacia el mediodía, había unos 10 minutos de espera, pero una vez dentro, encontramos sitio fácilmente.
📍 280 Bleecker Street, West Village
🗓️ Abre a las 11.30 hasta agotar las entradas, de miércoles a domingo