
Los New York Knicks han encontrado a su nuevo líder en los banquillos. El dos veces Entrenador del Año de la NBA Mike Brown se convertirá en el próximo entrenador jefe de los Knicks, según informan fuentes a ESPN y Shams Charania, poniendo fin a una búsqueda de un mes por parte del presidente del equipo Leon Rose que abarcó múltiples entrevistas, rechazos y reuniones de segunda ronda.
Brown sustituye a Tom Thibodeau, que fue despedido tras una decepcionante eliminación en los playoffs. La contratación señala un nuevo y audaz capítulo para los Knicks, uno que combina la experiencia en campeonatos con la innovación ofensiva.
Un campeón con pedigrí llega al MSG
El currículum de Mike Brown es de lo más condecorado. Ha sido cuatro veces campeón de la NBA como asistente. Ha ganado títulos con los Golden State Warriors y los San Antonio Spurs bajo las órdenes de Steve Kerr y Gregg Popovich. También ha entrenado a superestrellas de todas las generaciones, desde LeBron James a De’Aaron Fox.
En su etapa más reciente como entrenador jefe, Brown llevó a los Sacramento Kings al mejor ataque de la NBA en 2022-23. Rompieron la racha más larga de la liga con los Sacramento Kings. Rompieron la sequía de playoffs más larga de la liga y ganó el premio al Entrenador del Año por segunda vez en su carrera.
Por qué los Knicks eligieron a Mike Brown
Leon Rose y la oficina principal de los Knicks solicitaron permiso para hablar con cinco entrenadores en jefe actuales de la NBA. Y se les denegó en todos los casos. A partir de ahí, centraron su atención en los entrenadores disponibles. Así que llevaron a cabo un riguroso proceso de entrevistas en varias fases que finalmente desembocó en Brown.
Su contratación supone un cambio de estilo respecto al enfoque defensivo de Thibodeau. El reciente éxito de Brown con el ritmo, el espacio y el movimiento del balón podría ser exactamente lo que Jalen Brunson y el joven núcleo de los Knicks necesitan para dar el siguiente paso en la Conferencia Este.
¿Qué les espera a los Knicks?
Brown se hará cargo de una plantilla prometedora, pero que necesita más potencia ofensiva y consistencia en los playoffs. Su capacidad para conectar con las estrellas y adaptar los esquemas a los ataques modernos de la NBA podría posicionar a los Knicks para una carrera más profunda en la postemporada en 2026. Y potencialmente atraer a agentes libres de renombre.
Mientras los Knicks buscan consolidar sus apariciones consecutivas en los playoffs, los aficionados del Madison Square Garden podrían por fin disfrutar de un baloncesto de élite sostenible bajo las luces de Broadway.