Los New York Knicks lo han conseguido. Después de años de angustia, falsos comienzos y reconstrucción, los Knicks están oficialmente de vuelta en las Finales de la Conferencia Este por primera vez desde el año 2000. Con una victoria por 81-119 sobre los Boston Celtics en el sexto partido en el MSG, Nueva York cerró la serie por 4-2 de forma asombrosa.
Jalen Brunson cumplió cuando más importaba. La estrella de los Knicks anotó 23 puntos y repartió 6 asistencias. Sus impulsos agresivos y su constante acierto en el tiro devolvieron el impulso a favor de Nueva York, que dominó por completo el partido.
Brunson ha llevado a los Knicks a una de sus mejores eliminatorias del siglo XXI, demostrando que es más que capaz de llevar a este equipo hasta la postemporada.
La lesión de Tatum lo cambia todo para Boston
Los Celtics, que ya iban perdiendo en la serie, sufrieron un duro revés cuando Jayson Tatum se rompió el tendón de Aquiles en el cuarto partido. El alero estrella había anotado 42 puntos antes de retirarse en el último cuarto. Sin él en el 6º partido, Boston careció de su habitual fluidez ofensiva y liderazgo, una laguna que aprovecharon los Knicks.
La profundidad y la defensa de Nueva York rinden
Aunque Brunson fue la estrella, no fue un espectáculo individual. Mikal Bridges, Karl-Anthony Towns y OG Anunoby aportaron canastas decisivas y paradas defensivas en la recta final. La capacidad de los Knicks para superar déficits de dos dígitos en varios partidos de esta serie ha redefinido su identidad, de eternos perdedores a legítimos aspirantes.
Knicks contra Pacers: Análisis de lafinal del Este
A continuación se enfrentarán a los Indiana Pacers, que acaban de eliminar a los Cleveland Cavaliers, cabezas de serie. El primer partido se disputará el miércoles 21 de mayo a las 20:00 en el MSG, con ventaja de campo para los Knicks. Los Knicks no han llegado a las Finales de la NBA desde 1999, pero con el impulso, la profundidad y el liderazgo, los aficionados de Nueva York creen que este podría ser el año.
Mientras la ciudad se viste de naranja y azul, todas las miradas se dirigen ahora a lo que podría ser la eliminatoria más importante de los Knicks en toda una generación.