El viernes pasado, nos encontrábamos preparándonos para salir a cenar. Pero no íbamos a un restaurante cualquiera, sino al apartamento personal de un chef con formación Michelin para vivir la experiencia gastronómica más íntima que jamás hayamos tenido.
El chef Nicholas Tran dirige un club secreto de cenas en su apartamento de Nueva York, donde reúne buena comida, caras nuevas y conversaciones inolvidables. Su formación proviene de varias cocinas de lujo, desde Gramercy Tavern hasta Kappo Masa. Antes de llamarse Love, Me, el supper club del chef Tran se conocía como The Dark Room.
Toda la reserva se hace por correo electrónico, y el cliente paga por adelantado la comida y un maridaje de vinos adicional si así lo desea (lo que, por supuesto, hicimos nosotros). Una vez confirmada la reserva, recibirá la dirección secreta y el número de apartamento.
Al llegar, no sabíamos qué esperar y preguntamos tímidamente al conserje dónde estaban los ascensores. Una vez en la puerta, el chef Tran nos dio una calurosa bienvenida a su acogedor apartamento, donde la mesa de comedor era la pieza central del espacio.
En la mesa caben exactamente ocho comensales, así que, dependiendo del tamaño de tu grupo, comerás al lado de absolutos desconocidos. Lo curioso es que nuestros compañeros de mesa resultaron ser otros residentes del edificio.
Anticipábamos algunos momentos tranquilos, teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros no nos conocíamos, pero la disposición íntima nos sacó de nuestra zona de confort y nos invitó a charlar con todos los sentados. Al final de la noche, todos estábamos riendo juntos e intercambiando Instagrams.
Durante los numerosos platos servidos, el chef Tran se tomó un momento para explicar cada plato y sus ingredientes de temporada, antes de que todos siguiéramos charlando. Nuestros platos favoritos fueron el Arroz especial, inspirado en una comida que hacía su padre cuando era niño y en su herencia vietnamita, y los Agnolotti rellenos de pollo, un juego con las albóndigas de pollo.
Los postres fueron muy especiales, con un pudin de caramelo pegajoso cubierto con tofu batido que nos recordó a una deliciosa tostada francesa, y fresas frescas con una crema de matcha.
Así que, tanto si quieres disfrutar de una comida espectacular como si quieres hacer nuevos amigos o simplemente contar una anécdota sobre una cena en el apartamento de un desconocido, te recomendamos que lo pruebes por ti mismo.
Reserva ya tu mesa para junio.