Los aficionados de los New York Knicks están abrazando un poder superior-literalmente. Tras la histórica elección del Papa León XIV, antes cardenal Robert Prevost, las redes sociales han estallado con bromas y especulaciones que relacionan el pasado universitario de Villanova del nuevo Papa con el inesperado éxito de los Knicks en los playoffs.
El trío de Villanova de los Knicks, vinculado al nuevo Papa en una teoría viral de los fans
Prevost, natural de Chicago, se licenció en Villanova en 1977. Esa misma universidad resulta ser el alma mater de los tres jugadores clave de los Knicks: Jalen Brunson, Josh Hart y Mikal Bridges.
Juntos, estos tres Wildcats ayudaron a Villanova a ganar un campeonato nacional en 2016. Y ahora lideran a los Knicks en una sorprendente carrera hacia los playoffs. Intentan derrotar a los vigentes campeones de la NBA, los Boston Celtics, en dos remontadas consecutivas.
Knicks, Villanova y un giro argumental papal
La idea de una «intervención divina» se ha hecho viral. Tanto los seguidores de los Knicks como los periodistas deportivos señalan la extraña y cósmica coincidencia de que un Papa haya pisado el mismo campus que los mejores jugadores de los Knicks. Muchos aficionados incluso han apodado al equipo los «Nova Knicks», dando a los playoffs una subtrama espiritual que parece sacada directamente de una película.
Aunque la conexión es desenfadada, ha añadido un innegable nivel de diversión y esperanza. Nueva York no ha visto a un equipo de los Knicks llegar a las finales de la Conferencia Este en 25 años, pero ahora, con el impulso de su lado , y tal vez una bendición del cielo, la posibilidad parece real.
El MSG, listo para el tercer partido bajo el foco papal
Este sábado, cuando comience el tercer partido en el Madison Square Garden, habrá más en juego que nunca. Las entradas han alcanzado precios récord y la expectación es máxima. Además, es el primer partido de los Knicks desde que Prevost se convirtió oficialmente en el Papa León XIV.
Aunque no se ha dado el respaldo papal, los seguidores de los Knicks están confiados. Después de todo, la última vez que tantos Villanova Wildcats vistieron de azul y naranja, lo ganaron todo. Ahora, con el Papa de su lado, al menos espiritualmente, Nueva York empieza a creer.