En lo más profundo de las montañas Adirondack, oculto bajo capas de niebla y el ardiente follaje otoñal, se encuentra uno de los lugares olvidados más inquietantes de Nueva York: Tahawus, un pueblo minero abandonado y congelado en el tiempo.
En su día fue un bullicioso asentamiento del siglo XIX, pero en la actualidad permanece en un inquietante silencio: un amasijo de ruinas, reliquias oxidadas y cimientos fantasmales engullidos por el bosque.
A medida que se acerca el otoño y Halloween, no hay mejor momento para explorar este inquietante pedazo de la historia de Nueva York.

Una ciudad fantasma con un pasado inquietante
La historia de Tahawus comienza en 1826, cuando se descubrió mineral de hierro a orillas del río Upper Hudson.
Pronto surgió una comunidad minera con casas, molinos, hornos e incluso su propio banco.
Pero, como tantas otras ciudades en auge del Adirondack, los buenos tiempos no duraron mucho.
En 1858, el pueblo fue abandonado, la primera de las dos veces que se dejaría en ruinas.
Revivió brevemente con un nuevo nombre, Tahawus, a principios del siglo XX, cuando se reanudó la explotación minera, pero en 1962 los últimos residentes se marcharon y la naturaleza empezó a reclamar lo que quedaba.

En la actualidad, la ciudad fantasma se conserva en el Parque Adirondack y sus solitarios vestigios cuentan historias de prosperidad, pérdida y la implacable atracción de la naturaleza.
Aunque la mayoría de los edificios originales de Tahawus han sido demolidos por motivos de seguridad, aún se conservan algunas reliquias sorprendentes , como el alto horno McIntyre de 1854 y la cabaña MacNaughton, donde Theodore Roosevelt recibió la famosa noticia de que el presidente McKinley había sido asesinado, lo que le catapultó a la presidencia.
Quienes pasean por la zona describen una tranquilidad surrealista, un silencio sólo roto por el crujido de las hojas y el susurro del viento entre la maquinaria oxidada.
En una brumosa mañana de otoño, la sensación es casi cinematográfica: un lugar en el que el tiempo se ha detenido y los fantasmas aún pueden persistir.

Tahawus durante la temporada de Halloween
Aunque en Tahawus no se celebran actos oficiales de Halloween -es un lugar demasiado remoto y preservado para ello-, el ambiente otoñal es escalofriantemente perfecto para una excursión de un día espeluznante.
La naturaleza salvaje de Adirondack se cubre de hojas rojas y doradas, y las primeras heladas añaden un brillo espectral al paisaje.
Ciudades cercanas como Lake PlacidSaranac Lake y Newcomb organizan paseos embrujados, festivales de otoño y noches de cine de Halloween, lo que ofrece a los visitantes la posibilidad de combinar las historias de fantasmas reales con el encanto de Halloween en un pueblo pequeño.
📍 Ubicación: Cerca del inicio del sendero del monte Marcy, en el sur de Adirondacks, a las afueras de Newcomb, NY.
Cómo llegar: Aproximadamente a 5 horas en coche desde la ciudad de Nueva York, o accesible en tren hasta Port Henry y luego un pintoresco viaje hacia el interior
La mejor época para visitarlo: De finales de septiembre a octubre, cuando los colores otoñales están en su apogeo
🎃 Diversión cercana en Halloween: Excursiones embrujadas en Saranac Lake, desfiles de Halloween en Inlet y acogedores festivales de otoño en Newcomb.