En tus desplazamientos cotidianos probablemente no prestes mucha atención a los globos de colores que hay en lo alto de las estaciones de metro de Nueva York, pero en un momento dado ayudaron a los viajeros como tú a determinar en qué entradas podían entrar y en cuáles no.
Los globos de colores se introdujeron por primera vez en todo el sistema a principios de la década de 1980. Cada color se utilizó para indicar si una boca de metro estaba abierta y si tenía o no una cabina vigilada. Según la Museo del Tránsito de New York, esto es lo que indicaba cada color del globo:
Verde 🟢 – Taquilla 24 horas
Amarillo 🟡 – cabina a tiempo parcial
Rojo 🔴 – entrada limitada o sólo es una salida
Para entender mejor las cabinas de venta de billetes de aquella época, habría un empleado de la MTA dentro de la cabina del metro que cambiaría a los pasajeros dinero en metálico por un ficha de metro. Ten en cuenta que la tarifa del metro tiene una larga historia y una línea de tiempo evolutiva. Si te interesa, puedes saberlo todo sobre él y cómo pasó de las fichas a los grifos aquí.
Finalmente, los globos amarillos dejaron de utilizarse para simplificar el sistema. Y como el metro de Nueva York siguió introduciendo mejoras a lo largo de los años e introdujo el MetroCard junto con los torniquetes de entrada y salida elevados, los indicadores de salida del globo rojo se volvieron inútiles.
A continuación, los globos de dos tonos sustituyeron a los de color sólido para dar ahora a los pilotos luz adicional en las entradas de las escaleras. Así que, aunque la era de los indicadores del globo terráqueo del metro ha quedado técnicamente atrás, son una maravillosa reliquia de nuestra historia del transporte público que aún hoy se mantiene en muchas entradas a pie de calle.