Un querido espacio verde de Nueva York ha vuelto, y esconde algo poderoso bajo la superficie.
Tras años de reconstrucción, se han reabierto oficialmente importantes secciones del East River Park, y los visitantes no sólo notarán nuevas pistas de tenis y zonas de picnic.
El parque es ahora de 8 a 10 pies más alto, ocultando un enorme sistema de protección contra inundaciones diseñado para salvaguardar el Lower East Side de las tormentas alimentadas por el cambio climático.
Esta espectacular transformación forma parte del proyecto East Side Coastal Resiliency (ESCR), una iniciativa de 1.450 millones de dólares destinada a defender a más de 110.000 neoyorquinos de la subida del nivel del mar y las inundaciones costeras. Pero la ciudad no se ha limitado a construir un muro, sino que lo ha hecho de maravilla.
Reabierto justo a tiempo para el verano, el extremo sur del parque cuenta ahora con seis pistas de tenis reglamentarias, dos canchas de baloncesto, zonas de barbacoa y picnic, césped abierto y una nueva zona de exploración de la naturaleza.
El diseño combina la resistencia al cambio climático con el ocio cotidiano, todo ello respaldado por más de 600 árboles recién plantados y 21.000 arbustos y céspedes.
«Hoy hemos dado otro importante paso adelante en la protección y revitalización del paseo marítimo de nuestra ciudad», ha declarado el alcalde Eric Adams. «No se trata sólo de una infraestructura, sino de una inversión en comunidad, seguridad y alegría».
El proyecto no es solo funcional, es visionario. Diseñado por Bjarke Ingels Group, el nuevo paisaje se concibió como un «parque-ipiélago»: una cadena conectada de espacios verdes que invita a la gente a entrar en lugar de mantener el agua fuera.
Con puentes como el de Delancey Street, accesible a la ADA, ya abiertos -y más puntos de acceso este verano-, el objetivo es hacer el parque más acogedor y protector al mismo tiempo.
«Estos espacios tienen una doble función», dijo el teniente de alcalde Jeff Roth. «Son lugares preciosos para jugar y relajarse, pero también protegen nuestros barrios de la próxima gran tormenta».
El proyecto ESCR, de mayor envergadura, está mejorando un tramo de 2,4 millas desde Montgomery Street hasta East 25th Street con muros de contención, bermas, compuertas y mejoras en el alcantarillado.
Entre los próximos hitos figuran la reapertura del puente de Corlears Hook y la ampliación del parque a finales de este año. Las obras continuarán hasta principios de 2027, con el compromiso de mantener abierto al menos el 42% del East River Park.
En otros lugares del East River, la ciudad ha revitalizado Stuyvesant Cove Park, Pier 42 y otros espacios abiertos cercanos, todo ello como parte de una estrategia más amplia de adaptación al clima que tiene tanto que ver con las personas como con la protección.
«Así es el futuro de Nueva York», afirmó Elijah Hutchinson, Director Ejecutivo de la Oficina del Alcalde para la Justicia Climática y Medioambiental. «Más verde, más fuerte y preparada para lo que venga».