El Madison Square Garden ha llevado el lujo a un nuevo nivel de la mano de Benjamin Moore y Sasha Bikoff. La asociación se encargó de crear un salón digno del emblemático estadio. «Se trataba de un espacio VIP dentro del estadio más famoso del mundo, así que el diseño tenía que reflejarlo», explica Bikoff.
Bikoff, neoyorquina de nacimiento y diseñadora de interiores, se propuso causar impresión con su diseño para la sala de juntas Benjamin Moore. Inspirándose en los interiores europeos de los años 60 y 70, eligió detalles lujosos, como alfombras de felpa y banquetas redondeadas, sin perder el carácter neoyorquino.
Pero lo que más llama la atención de la nueva sala del MSG es el color, o la falta de color, porque todo está impregnado de un rojo brillante. De hecho, tres rojos específicos de Benjamin Moore: Classic Burgundy, Raspberry Truffle y Neon Red.
«Sabíamos que queríamos que la pintura fuera la estrella», afirma Bikoff. Con una pintura de alto brillo, Bikoff lo consiguió. La lustrosa combinación de pinturas evoca el aspecto sensual y elegante de lo que sería vivir dentro de un rubí, perfecto para el «joyero oculto» que se esconde en el mundialmente famoso estadio.
¿Por qué el rojo? «El rojo es el color de la celebración, y está profundamente ligado tanto a Benjamin Moore como a los New York Rangers», respondió Bikoff.
Además de la paleta de colores, la iluminación de Visual Comfort & Co. aseguró que la sala cobrara vida con un resplandor emanante que fluía en sinergia con los materiales y superficies del espacio.
Con el tiempo, el nombre de Bikoff se ha asociado con un maximalismo sensacional, ganando atención desde su escalera de caleidoscopio para el Kips Bay Decorator Showhouse de 2018. A lo largo de sus proyectos, Bikoff se basa en gran medida en sus viajes a destinos globales como París y Marrakech para despertar su creatividad. Puedes explorar más de sus interiores en su sitio web.
«Quería que esta habitación fuera festiva, glamurosa e icónica», dice Bikoff. Y con sólo echar un vistazo a las imágenes, o si se tiene la suerte de echar un vistazo al interior, no se puede negar que es todo eso y mucho más.