Parece que a los estadounidenses les importan más los Chicago Bulls que el Charging Bull de FiDi, ya que un nuevo estudio ha revelado que gastan más dinero apostando en deportes que invirtiendo en acciones.
Según un documento publicado recientemente, desde que las apuestas deportivas se han vuelto más accesibles -con la mayoría de los estados legalizando las apuestas por teléfono en los últimos años-cada dólar gastado en una apuesta deportiva supone una caída de 2 dólares en las inversiones netas de un hogar.
En 2018, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló una prohibición federal de las apuestas deportivas. Cuando los estados empezaron a legalizar las apuestas deportivas presenciales y en línea, el mercado creció rápidamente. Sólo en 2023, el sector estadounidense de las apuestas deportivas alcanzó la cifra récord de 10.920 millones de dólares en ingresos, según el informe anual de la American Gaming Association.
Por otro lado, a medida que aumentan las apuestas, disminuyen las inversiones. Los datos muestran que en los dos o tres años siguientes a la legalización de las apuestas deportivas, las inversiones netas cayeron un 14%.
Y según los datos hay un determinado grupo demográfico que es más propenso a cambiar su dinero de las acciones a las apuestas: <Los hogares con problemas económicos son los que con más frecuencia desvían sus fondos a las apuestas deportivas. En relación con esto, las apuestas deportivas aumentan el número de veces que los hogares sobregiran sus cuentas en el futuro.
El estudio escribe:
Dado que las apuestas deportivas tienen un valor esperado negativo, este hallazgo subraya el potencial de la legalización de las apuestas deportivas para exacerbar la vulnerabilidad y las dificultades financieras.
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Además, el consumo en actividades complementarias relacionadas con el ocio también aumenta para quienes participan en apuestas deportivas, como el juego de lotería. Lamentablemente, también conduce a mayores saldos en las tarjetas de crédito y menos crédito disponible..
En definitiva, aunque las apuestas deportivas ofrecen nuevas opciones a los Estados para generar ingresos, también introducen riesgos financieros significativos para quienes participan.
Por ello, los investigadores señalan que es «imperativo que los responsables políticos consideren las implicaciones financieras más amplias de la legalización de las apuestas deportivas». Sugieren intervenciones específicas, una regulación más estricta de los anuncios de apuestas y el apoyo a oportunidades de inversión más seguras.
El documento completo se puede encontrar aquí.